miércoles, 12 de enero de 2011

Los empleados de Nissan de Barcelona aceptan ajustes para optar a más trabajo

La planta que Nissan tiene en Barcelona tiene ya al alcance de la mano el contrato para fabricar la nueva pick-up de la compañía, lo que supondría una inversión de 80 millones de euros durante la próxima década y, supuestamente, la estabilidad laboral de la factoría en ese tiempo. Así lo confirmaron a El Confidencial fuentes de la compañía. “Estábamos excluidos de la lista de sedes para fabricar el nuevo producto y el pacto con los sindicatos ha supuesto que seamos, en estos momentos, una opción potente para obtener el contrato”, señalan estas fuentes. La decisión final se tomará el próximo martes día 18.

El 2 de diciembre, el comité del que depende la elección de la factoría para la fabricación de la nueva pick-up había decidido que Barcelona no reunía las condiciones “de competitividad, costes y flexibilidad”, por lo que no se contemplaba su candidatura. Desde entonces, el Ministerio de Industria y la Generalitat de Cataluña se pusieron a trabajar para intentar llegar a un acuerdo y conseguir la millonaria inversión. La primera semana de enero fue crucial. El Ministerio de Economía se reunió prácticamente todos los días con empresa y con sindicatos para acercar posturas que permitiesen ofrecer a la dirección mundial una “propuesta que no pudiesen rechazar”.

En estas negociaciones, el sindicato CCOO se levantó de la mesa (en realidad, fue invitado a levantarse por parte de las otras centrales, UGT y USOC) por sus reticencias a aceptar unos recortes que contravenían no sólo el plan empresarial firmado en el 2009, sino el propio convenio colectivo firmado a mediados del 2010, en el que la empresa se comprometía a traer nuevos productos a Barcelona.

UGT y USOC, sin embargo, pusieron toda la carne en el asador y aceptaron las nuevas condiciones de Nissan: congelación salarial en el año 2012 y durante tres ejercicios, disminución de los complementos por quinquenio, aumento de la jornada laboral en 112 horas anuales, aumento de la productividad del 6% y establecimiento de una bolsa de empleo temporal de entre un 10 y un 20% de la plantilla, con utilización de empresas de trabajo temporal (ETT). El 90% de los trabajadores de Nissan votó en el referéndum convocado esta semana. Y, de ellos, el 70% estuvo de acuerdo con los recortes siempre y cuando se adjudique a Barcelona la nueva furgoneta.

Un acuerdo “muy bien acogido”

“El acuerdo de la plantilla ha sido muy bien acogido por la dirección mundial”, señalan fuentes de la empresa a este diario. Tanto es así que se estaban buscando nuevas localizaciones para la fabricación y sonaban las plantas de Sudáfrica (que abastece al mercado europeo) y Tailandia. “Pero la factoría de Barcelona es la ideal para fabricar el nuevo modelo, ya que es la que está más en la línea de los productos tradicionales”. Las fábricas que tiene en Inglaterra ya habían quedado descartadas, puesto que de ellas salen el modelo Qasqai y el coche eléctrico, por lo que su capacidad de fabricación está prácticamente al 100%.

“Como concepción, la pick-up es un vehículo denominado de bastidor, no de plataforma, como los convencionales. Además, es una arquitectura no apropiada técnicamente para Inglaterra, por lo que nosotros teníamos muchas posibilidades de llevarnos el contrato si presentábamos una oferta competitiva”, aseguran fuentes de Nissan, que reconocen que sin la mediación del Ministerio el acuerdo con la plantilla no hubiese sido posible.

“La dirección mundial se guía por fríos criterios estadísticos. Y los números que tenían encima de la mesa descartaban Barcelona. Pero con los ajustes realizados, será otra cosa”, afirman desde la dirección de Nissan en España. Los sindicatos que presentaron el referéndum a los trabajadores también creen que Barcelona tiene ahora muchísimas opciones para acoger el proyecto.

Por contra, CCOO y CGT ven con recelo los nuevos recortes. Según Comisiones, en el plan industrial firmado en 2009 ya existía el compromiso de traer un nuevo modelo a España en el 2010. “Y ese plan nos costó la pérdida de más de 1.000 puestos de trabajo”, dicen desde el sindicato. CGT va más allá y critica que en el convenio firmado el pasado mes de junio, Nissan se comprometía por escrito a traer nuevos productos a la fábrica de Barcelona “pero ha incumplido lo que había firmado”.

Ahora, sin embargo, deberá renegociarse el convenio colectivo, puesto quelas condiciones aceptadas en referéndum por los trabajadores alteran de manera sustancial tanto los aspectos económicos como laborales, al congelarse los salarios y aumentar las horas de trabajo y la flexibilidad para ganar en competitividad.

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